22 de octubre de 2012

Inesperado

De hacer 20 grados en una mañana paso hacer 3. Que frío. Que frío que sentía cuando el aire me rociaba. Que frío que hacia aquellas mañanas, cuando me tenía que levantar temprano para ir al colegio. Siempre la misma rutina: Levantarme a la misma hora, ponerme la misma pollera y el mismo buzo, que tenía el tallado en la parte superior izquierda aquellas rayas y círculos de tres colores que se unían y formaban la insignia del colegio donde era mi destino cuando la llevaba puesta. Agarrar la misma mochila. Salir a la misma hora, por la misma puerta. Subirme al mismo auto, en el mismo lado, con las mismas personas. Recorrer siempre las mismas calles y ver siempre a las mismas personas en las mismas paradas que se toman los mismos ómnibus. Llegar al colegio a la misma hora y ver las mismas caras.
Durante 10 años mis primeras horas de la mañana siempre eran iguales. 
Era una chica cerrada, no hablaba con desconocidos, no iniciaba las conversaciones, no me preocupaba estar un rato sola en el recreo, en una hora libre, en un puente. Sino que lo disfrutaba mucho, me gustaba estar acompañada de mi misma y poder relajar mi cabeza. Esto no significaba que no tenía amigas. Si tenía amigas. Amigas de verdad. Amigas en las que podía confiarles todo tipo de cosas. Salía con ellas a todas partes.
Un viernes a la noche, cene con mi familia porque no había planeado nada con mis amigas. Conversamos de todo un poco. Luego de un rato, me fui a mi habitación. Me tire en la cama y me puse a mirar mi programa de televisión favorito. De repente siento una vibración cerca mio, y luego una canción. Era mi celular sonando. Lo miro y veo un mensaje de un número desconocido. Lo abro. Examino exactamente esas palabras que estaban escritas en aquella pantalla. Para ser precisa decía: Hola, no puedo dejar de pensar en vos.. Hace tiempo te quiero decir esto. Hace tiempo pienso en vos las 24 hs del día. Soy triste y feliz al mismo tiempo. Lloro y río. Lloro y río. Quiero saber que pensás sobre mi, se me pasan millones de preguntas sobre mi mente y quiero contestármelas todas, pero no es posible, nunca alcanzo a tener todas las respuestas necesarias. Te quiero. 
Me acuesto en la cama pensando quien sería, quien era esa persona con tanto cariño hacía mi. No lograba saber que tenía que hacer. Si contestar ese mensaje o no. Estaba totalmente bloqueada para poder tomar la mejor decisión. Pero al cabo de un rato, una media hora, pude decidir. Y le respondí el mensaje. No quería perderme la oportunidad de no conocerlo. Quería tener alguien mas en mi vida, quería saber quien era esa persona. Mi respuesta fue cortante pero tranquilizadora: Hola, perdoname pero no tengo tu número. Me gustaría saber quien sos, quien es esa persona que siente algo lindo hacia mi. Un beso M.
Esa noche, no pude concentrarme en mi programa, mi cabeza daba vueltas para descubrir quien era esa persona. 
Días después me conecto al msn. Y tengo 3 solicitudes nuevas. Las acepto. Siempre aceptaba a todos, si me llegaban a agredir o me llegaba a pasar algo, los podía eliminar fácilmente, así que no tenía problema en tenerlos. 
Al rato, veo una luz anaranjada tintineando con uno de los msn que me habían agregado recién. El nick era: F. La abro, y me decia: Hola M. Me puse a pensar, de donde podría conocerme, yo no conocía a ningún F. Tal vez sí, pero no tenía muy buena memoria de nombres. 
-Le respondo:- Hola, te conozco?
                      - Si, nos conocemos. Responde Franco.
                      - Ah.. De donde?
Y en un instante me aparece: F se ha desconectado. 
Horas pensando de donde lo conocía, donde nos habíamos visto.. y nada. No sabía, no tenía ni la menor idea de que conocía a un F. Al rato, en mi cuarto, acostaba en mi cama, tapada con mi sábana, frazada y 2 acolchados sobre mi calienta cama, me pongo a revisar mi celular, ya que no podía dormir. Y encuentro el mensaje del anónimo del viernes a la noche. Leo lo que le había respondido. Ya eran dos, dos veces que me pasaban lo mismo. Y me pongo a asociar, Y veo que cuando F me hablo me puso :- Hola M. Y yo cuando le mande el mensaje, le puse: - Un beso M. Ahí había encontrado una pista. La pista de que no eran dos personas distintas, si no que era una, que lo conocía, y que se llamaba F. 
Después de eso. Pasaron semanas y semanas. No tuve otra señal de él. No me buscó ni yo lo encontré. Ya estaba todo perdido. Nunca me iba a enterar de él. 
Ya no hacía tanto frío, había llegado la primavera, se podían abrir las ventanas del salón y no costaba tanto levantarse y salir rumbo al colegio. Llego al colegio, temprano y elijo sentarme al lado de A. Una amiga que todas le envidiamos su pelo, su pelo largo hasta la cintura que cae con una forma muy especial. Siempre con su jarro con su desayuno, porque a ella no le da el tiempo para desayunar, en su casa. Aunque sea primavera, le cuesta levantarse igual.
Rato después cuando salía del liceo. Llego a casa dejo las cosas, me apronto el almuerzo y me pongo a mirar un poco de tele para poder salir un poco de lo académico, de la rutina, de la vida en sí, olvidarme mis problemas y divertirme un rato. Subo a mi cuarto, me tiro en la cama con mi computadora. Abro el msn. F tintineando en en la barra de herramientas. Empiezo a recordar todo lo sucedido hace semanas, y lo abro.. Manda un punto de exclamación, no entendía nada. A los cinco minutos me llega un mensaje al móvil de F. Decía: Quiero decirte quien soy, soy grande para vos, tenes algo que me atrae, algo que no puedo resistirme pero a pesar de eso lo hago. No puedo dejar de pensar en vos, te veo por un rato y soy feliz. Voy a tu mismo colegio, tengo miedo de que pienses otra cosa, de que te alejes de mi.
Mas pistas, tenía que averiguarlo de una vez. No podía esperar mas. En mi curso no había ningún F. Así que debería ser de otra clase, pero como habían entrado muchos nuevos, me faltaba mucho por conocer.
Pienso, pienso pienso, analizo el mensaje, y respondo: Quiero saber quien sos. No te voy a lastimar te lo prometo.
No puedo ni reaccionar que es tan rápida la respuesta. Lo abro con miedo, y en aquel texto decía: Mañana voy con unos championes blancos con unos cordones negros. Me vas a reconocer. Llevo puesto unos vaqueros de jean oscuro.
Este mensaje lo leí un poco antes de acostarme. Me tape con la almohada para poderme dormir muy rápido y así fue como amanecí al otro día. Nerviosa, sin saber como aprontárme para ir, con ruiditos en la panza que no me entraba ni el desayuno me fui al colegio.
Llegue, me sente, y empece mi rutina, pero sabía que algo estaba distinto y no me dejaba ser yo. Estaba muy concentrada en los championes y en los vaqueros de mis compañeros. Penúltima hora, con pocas esperanzas de encontrarlo. Entra el profesor de matemáticas. Vestido con unos championes negros y unos jeans oscuros y mutuamente nos miramos..

                    

T-E

Actuamos de manera para lastimar a personas que quieren lo mejor para uno. Cada uno siempre protegiéndonos a uno mismo de todo y no abriéndonos a nada. Tratando de ser el centro para que ella pueda verte y saber que estas ahí al otro lado y no que desapareciste. Pero al final, nunca te podes enteras si ella te vio, te reconoce, si piensa en vos, si sabe lo que querés, lo que esperas o sí esta totalmente desorientada de donde estas y de si vivís en alguna parte. 
Abriendo los ojos, despacio, te vas dando cuenta que esas acciones no funcionan. Que el usar al otro es totalmente irracional para lo que necesitas, y tenes que ir de frente, despacio, con calma, atendiendo bien a todo y decir lo que te pasa. Dando la vuelta, no se puede solucionar. Sea una, dos, tres o las necesarias. No des la vuelta si la querés.

2 de octubre de 2012

Acto inconsciente.

Tu mano quieta, apoyada en el banco contra la cuadernola agarrando firmemente la lapicera. Cuando esta cae sobre el cuaderno haciendo unos suaves giros de 180º para poder mantener el equilibrio. Mientras que nuestra mente esta en otro lado, y nuestra mano se va elevando de apoco. De repente cuando podes colocar tu mente en lo que esta sucediendo en ese momento, ves tu mano dentro de tu boca, tu piel en tu boca, tu uña en tu boca. Y en un segundo, el día 1, esta perdido..

Juntos...

Juntos. Juntos caminando por la calle, abrazados, de la mano. Mirándonos a los ojos y saber que el uno es para el otro. Sentir en esa mirada todo el amor, confianza, alegría del mundo, no temiendo a nada ni a nadie. Estar ahí, solamente para vos y vos solamente para mi. 
Y pasa el tiempo.. el tiempo vuela y todos los días sigo la historia que voy construyendo desde que entraste a mi vida.

18 de septiembre de 2012

Va a estar bien.

Todos nos vemos buscando bien o mal, una salida en el cielo. Adentro llueve y parece que nunca va a parar, y va a parar. Una sonrisa se ve reflejada en un papel y se te empañan los ojos, con esas caras diciendo que todo va a estar bien. Y va a estar bien.

17 de septiembre de 2012

Crecer

Cuando todo era diferente, distinto. Corría, saltaba, sin importar el tiempo. Me hamacaba, jugaba. Lloraba las veces necesarias sin importarme quien estuviera delante de mi. Reía por cada cosa que pasaba. Me ensuciaba, me peinaba con colitas de muchos colores y trenzas con diferentes tamaños y formas. No me importaba como me viera el otro, lo único que sabía es que era feliz.
Y así paso el tiempo, y cada día, me va importando más quien tengo enfrente y como tengo que actuar sobre él. Ya no tengo la misma libertad de poder mancharme, llorar, reír, saltar, jugar, enamorarme.. Todo esta limitado por algo transparente, por algo invisible.

Y ahí es cuando te das cuenta lo rápido que pasa el tiempo, como las cosas se van yendo y también viniendo. Que cambios hay en vos y que errores involucraste en tu forma de ser y los vas superando día a día.

Mente en blanco

Escribo, borro. Escribo, borro. Escribo, borro y también escribo y también borro.
Y termina en NADA.
Como una de las tantas hojas que desperdiciamos y que queda en la papelera del colegio. O que terminan tocando la cara de algún compañero cuando lo ves distraído.